sábado, 14 de junio de 2008

LA PARÁBOLA DE LA MALA HIERBA ENTRE EL TRIGO


Mateo 13:24-30“24Jesús les contó esta otra parábola: “Sucede con el reino de los cielos como con un hombre que sembró buena semilla en su campo; 25pero cuando todos estaban durmiendo, llegó un enemigo, sembró mala hierba entre el trigo y se fue. 26Cuando el trigo creció y se formó la espiga, apareció también la mala hierba. 27Entonces los trabajadores fueron a decirle al dueño: ‘Señor, si la semilla que sembró usted en el campo era buena, ¿de dónde ha salido la mala hierba?’ 28El dueño les dijo: ‘Algún enemigo ha hecho esto.’ Los trabajadores le preguntaron: ‘¿Quiere usted que vayamos a arrancar la mala hierba?’ 29Pero él les dijo: ‘No, porque al arrancar la mala hierba pueden arrancar también el trigo. 30Lo mejor es dejarlos crecer juntos hasta la cosecha; entonces mandaré a los que han de recogerla que recojan primero la mala hierba y la aten en manojos, para quemarla, y que después guarden el trigo en mi granero.’ ”
En Palestina crece una variedad de cizaña, la llamada “cizaña venenosa”, que es una hierba mala, es muy parecida al trigo. Cuando está creciendo, apenas se distingue de éste. Si hay mucha de esta hierba mala en el campo resulta peligroso arrancar la cizaña antes de tiempo, porque sus raíces podrían estar enredadas bajo la tierra con las del trigo. Los campesinos acostumbran aprovechar la cizaña dejándola secar y usándola después para hacer fuego.
Mateo 13:36-39
36Jesús despidió entonces a la gente y entró en la casa, donde sus discípulos se le acercaron y le pidieron que les explicara la parábola de la mala hierba en el campo.
37Jesús les respondió: “El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre, 38y el campo es el mundo. El trigo representa a los que son del reino, y la mala hierba representa a los que son del maligno, 39y el enemigo que sembró la mala hierba es el diablo. La cosecha representa el fin del mundo, y los que recogen la cosecha son los ángeles.
El evangelio nos ofrece nuevamente la imagen de un sembrador para hablarnos del Reino de los cielos.
El sembrador es Jesús. El campo es el mundo. El trigo son los cristianos. La mala hierba son los que pertenecen al maligno. El enemigo, es el diablo. La cosecha, es el fin del mundo. Los que recogen la cosecha son los ángeles.
La parábola muestra algo evidente en el mundo que vivimos. Junto al bien y a los ciudadanos del Reino, existe el mal y existen también los operadores de iniquidad (perversidad), aquellos que se han dejado arrastrar por el mal.
Surge espontáneamente en nuestros corazones, como en los siervos de la parábola, el deseo de poner rápida solución a este estado de cosas. Los segadores no parecen dispuestos a tolerar una situación que exigirá de ellos paciencia, discernimiento, prudencia y moderación. Es preferible extirpar sin más.
La actitud del sembrador nace de su misma experiencia: hay gérmenes de cizaña que morirán por sí mismos, o no alcanzarán el debido crecimiento. Otras plantas de buena semilla son muy frágiles y podrían sufrir la extirpación de la cizaña.
El sembrador es lo suficientemente sabio y prudente para elegir lo más adecuado para el campo y para una cosecha rica y sustanciosa. Precisamente porque este sembrador es todopoderoso y puede intervenir con el poder necesario para invertir la situación, sabemos que la elección de la paciencia y la misericordia es lo mejor. Además, ¿cómo podrían los segadores de la Iglesia distinguir de modo definitivo el trigo de la mala hierba? El juicio sobre el corazón humano, corresponde sólo a Dios que mira dentro del corazón. Juicio que Dios mismo se reserva para el final de los tiempos. El apóstol Pablo amonesta en este sentido a los corintios:
1 Corintios 4:5
“Por lo tanto, no juzguen ustedes nada antes de tiempo; esperen a que el Señor venga y saque a la luz lo que ahora está en la oscuridad y dé a conocer las intenciones del corazón. Entonces Dios dará a cada uno la alabanza que merezca”.
Así pues, ahora nos encontramos en el tiempo del crecimiento y de la esperanza, aunque también en el tiempo de la paciencia y de la prueba. Es el tiempo de la noche, es decir, el tiempo del crecimiento en espera de que la luz ponga al descubierto el pensamiento de muchos corazones.
La paciencia de los segadores nace de la paciencia de Dios y de su misericordia que no desespera jamás y siempre nos da la oportunidad de alcanzar la salvación.
Sabiduría 12:19
“Actuando así, enseñaste a tu pueblo que el hombre justo debe ser bondadoso, y llenaste a tus hijos de una bella esperanza, al darles la oportunidad de arrepentirse de sus pecados.”
Pero, no nos durmamos, recuerden que estamos en las postrimerías, y si eres mala hierba, el final que te espera, no es nada grato.
Mateo 13:40-43
“40 Así como la mala hierba se recoge y se echa al fuego para quemarla, así sucederá también al fin del mundo. 41El Hijo del hombre mandará a sus ángeles a recoger de su reino a todos los que hacen pecar a otros, y a los que practican el mal. 42Los echarán en el horno encendido, y vendrán el llanto y la desesperación. 43Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. Los que tienen oídos, que entiendan.

Mateo 13:53
53Cuando Jesús terminó de contar estas parábolas, se fue de allí 54y llegó a su propia tierra, donde comenzó a enseñar en la sinagoga del lugar. La gente, admirada, decía:
¿Dónde aprendió este todo lo que sabe? ¿Cómo puede hacer esos milagros?
Te voy a narrar hoy una parábola que no esta explícitamente en la Biblia, pero si esta implícitamente, esta es la parábola del carpintero. Jesús fue una parábola en sí mismo, por eso enseñaba por parábolas.
Mateo 13:53-58
53Cuando Jesús terminó de contar estas parábolas, se fue de allí 54y llegó a su propia tierra, donde comenzó a enseñar en la sinagoga del lugar. La gente, admirada, decía:
¿Dónde aprendió este todo lo que sabe? ¿Cómo puede hacer esos milagros? 55¿No es este el hijo del carpintero, y no es María su madre? ¿No es el hermano de Santiago, José, Simón y Judas, 56y no viven sus hermanas también aquí entre nosotros? ¿De dónde le viene todo esto?
57Y se resistían a creer en él. Pero Jesús les dijo:
—En todas partes se honra a un profeta, menos en su propia tierra y en su propia casa.
58Y no hizo allí muchos milagros porque aquella gente no tenía fe en él.
Mateo 14:1-4.
1Por aquel mismo tiempo, Herodes, el que gobernaba en Galilea, oyó hablar de Jesús, 2y dijo a los que estaban a su servicio: “Ese es Juan el Bautista, que ha resucitado. Por eso tiene este poder milagroso.”
3Es que Herodes había hecho arrestar y encarcelar a Juan. Lo hizo por causa de Herodías, esposa de su hermano Filipo, 4pues Juan había dicho a Herodes: “No debes tenerla como tu mujer.
Diga conmigo “Juan el profeta”. Dice la Biblia que tenían a Juan por profeta.
Y yo me pregunto ¿por qué tenían a Juan como profeta?
Si Juan nunca hizo un milagro, ni uno. Aunque no tenía milagros, la gente lo tenía por profeta.
Pero a Jesús que sanaba enfermos, liberaba a los endemoniados, y hacia tanto bien, se escandalizaban de El porque decían “¿no ese es, el carpintero?
La sinagoga no estaba muy llena de gente, porque mientras en ella estaban los eruditos, enseñando las Escrituras, en el monte, estaba Jesús diciendo bienaventuranzas. Y El decía “no se afanen por lo que han de comer y lo que han de vestir”.
La mayoría de las personas están ciegas. Queridos Hermanos y Hermanas, Dios escondió todo lo que no reveló en la fundación del mundo en las parábolas, porque Dios esconde en lo sencillo lo que la gente complicada no va a ir a buscar, porque el evangelio es sencillo.
Yo me imagino que mientras los judíos eruditos estaban con sus rollos extendidos, seguramente alguien llegó y les dijo:
“¿Por qué hay tan pocas personas aquí? Porque no van al monte donde está la gente,
Y los eruditos le preguntan ¿quién está en el monte?
Pues un tal Jesús, y la peor noticia que les tengo es que, con cinco peces y dos panes les dio de comer a todos, se imaginan eran más de 5000 personas.
También me imagino a la gente entrando a la sinagoga, buscando los tesoros de Dios, tratando de comprender la voluntad de Dios, enfermos buscando una sanidad y ¿Qué es lo que recibían a cambio? Pues les decían “seis días hay para trabajar, al séptimo reposo”.
Mientras que Jesús les decía “¿no desatan a su asno en el día de reposo?, o ¿acaso tienen más misericordia de una bestia que de una mujer?”
Dios no escondió los tesoros allí, sino del otro lado donde había un hombre reparando piezas, cosas, porque sabía que ese iba ser su trabajo: reparar la vida de la gente.
¿Qué estilo de vida vas a tener? ¿El estilo de la sinagoga donde solo se cumplía la ley, o mejor dicho se trataba de cumplir y donde a Dios se le veía muy lejano?
Dios escondió sus tesoros en una pequeña carpintería, por eso los escondió en las parábolas. Si quieres ser un erudito, vete a la sinagoga, pero si quieres aprender, vete al monte de los olivos, congrégate en esta comunidad. Aquí Jesús te va a enseñar a vivir.
El Papa Benedicto XVI, dice que este es el tiempo de los laicos, porque somos muchos más, y nuestros sacerdotes están limitados por el número. El Señor te necesita a ti, para continuar expandiendo el reino.
Óyeme tú empresario, profesional o comerciante. Dios esta mostrado que viene un mover poderoso para los carpinteros de hoy, para todos ustedes. ¿Tú crees que porque eres empresario, porque vendes adornos, joyas, vestidos o comida o realizas cualquier otro oficio. Dios no te puede usar?
No, Dios usó un carpintero, Dios te va a usar a ti poderosamente también. Tienes que tomar decisiones hoy.
Jesús dice: “saliste a ver a Juan y qué saliste a ver, un hombre vestido con pieles de camello, vino Juan y dicen que tiene demonios por lo raro que es, vine yo que como, dicen que es glotón y bebedor, amigo de gente de mala fama y de los que cobran impuestos para Roma. Pero la sabiduría de Dios se demuestra por sus resultados.” (conf. Mateo 11:18-19)
Deja de criticar, a la Iglesia, que los sacerdotes son esto, que las religiosas son esto otro. Toma una decisión. Tenemos que guardar la sencillez de la palabra, y se debe de enseñar de nuevo las parábolas, para que le enseñen a la multitud hambrienta a cómo vivir diariamente, a como discernir la voluntad de Dios para sus vidas
¿Quién iba a ir a buscar los tesoros a una carpintería?
Sólo reyes sencillos de corazón, capaces de adorar un niño, encontraron una estrella que los guió a un establo. ¿Qué rey nace en un establo? Sólo aquel que se esconde y que se revela sólo a los sencillos de corazón, reyes capaces de seguir cientos de kilómetros a una estrella para encontrar al Rey de Reyes, allí lo encontraron, no todos, sólo los sencillos de corazón.
¿Sabe qué pasaba en la sinagoga cuando querían ir a buscar a Dios?
Salían condenados por todos, pero cuando iban a buscar a Jesús y estaban a punto de apedrear a una mujer adúltera y le preguntaron qué hacer a Jesús, y les dijo: “los que estén libre de pecado que tiren la primera piedra”, se fueron todos, y cuando estaban solos, Jesús le dijo a la mujer: “yo que tengo la autoridad para condenarte, no vengo a eso, eres libre.
Los que condenan están en la sinagoga”. ¿Qué clase de cristiano vas a ser? Si llega una mujer mal vestida a la Parroquia, ¿qué le vas a decir porque viene vestida así? Dios es tan sencillo y nosotros tan complicados de verdad, que Dios nos perdone, hablamos raro, rechazamos gente, a los pecadores.
Todos somos criaturas de Dios, y debemos ayudar a que el reino de Dios se siga esparciendo, Dios quiere salvar a todos, Dios quiere bendecirte, solo debes abrir tu corazón y entregarte a él, confía en Jesús él te ama.
Levanta tus manos al cielo, Dios te va ministrar, levanta tus manos al Señor y di conmigo “Señor, dame un corazón sencillo capaz de recibir todas tus verdades para la gloria de tu Nombre”.
e puesto esta parábola porque creo que es adecuada para la que estamos del curso

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